Le Ley del Karma
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Le Ley del Karma
La Ley del Karma indica que para cada acción hay una reacción. Todos nuestros actos e inclusive nuestros pensamientos, ya que el pensamiento es energía, constituye una acción, y por ello provocan una reacción equivalente.
Por lo tanto, al hacer el mal estamos causándonos un daño a nosotros mismos sin saberlo, y aunque no actuemos, solo al desear cualquier daño o mal a otra persona, provocamos que ese deseo se transforme en energía lanzada al Universo, que luego volverá de alguna forma a quien la emitió.
El Karma es Justicia Cósmica, no siempre inmediata, pero si ineludible. Tarde o temprano nos devolverá aquello que nosotros mismos hemos sembrado a través de nuestras sucesivas encarnaciones.
Si alguien nos lastima, nos enoja o nos provoca cualquier tipo de sufrimiento, este ser está actuando como agente de esa Justicia Cósmica, al hacernos padecer aquello que en algún momento y de algún modo provocamos.
El deseo de venganza o de dañar a quien nos daña, provoca un círculo vicioso, ya que de ese modo sólo acumulamos más deudas Kármicas que deberemos pagar en el futuro.
Para cortar esta rueda del Karma, será necesario elevarnos por sobre nuestros instintos. Intentar comprender y perdonar a quien nos cause sufrimiento, y sobre todo, desear el bien......
Por lo tanto, al hacer el mal estamos causándonos un daño a nosotros mismos sin saberlo, y aunque no actuemos, solo al desear cualquier daño o mal a otra persona, provocamos que ese deseo se transforme en energía lanzada al Universo, que luego volverá de alguna forma a quien la emitió.
El Karma es Justicia Cósmica, no siempre inmediata, pero si ineludible. Tarde o temprano nos devolverá aquello que nosotros mismos hemos sembrado a través de nuestras sucesivas encarnaciones.
Si alguien nos lastima, nos enoja o nos provoca cualquier tipo de sufrimiento, este ser está actuando como agente de esa Justicia Cósmica, al hacernos padecer aquello que en algún momento y de algún modo provocamos.
El deseo de venganza o de dañar a quien nos daña, provoca un círculo vicioso, ya que de ese modo sólo acumulamos más deudas Kármicas que deberemos pagar en el futuro.
Para cortar esta rueda del Karma, será necesario elevarnos por sobre nuestros instintos. Intentar comprender y perdonar a quien nos cause sufrimiento, y sobre todo, desear el bien......
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